La nieve brilla blanca en la montaña esta noche.
No se ve ni una huella sobre ella.
Un reino de aislamiento
y parece que soy una Reina.
El viento aulla como esta tormenta de espiral por dentro.
No puedo encerrarla contenerla.
Sabe Dios que lo que he intentado.
No los dejes entrar,
no los dejes mirar.
Sé la chica buena que siempre deberías ser.
Disimula, no sientas,
no los dejes saber.
Bueno, ahora lo saben.
Déjalo ir, déjalo ir.
No lo puedes retener más.
Déjalo ir, déjalo ir.
Da la vuelta y cierra la puerta.
No me importa
lo que vayan a decir.
Deja que ruja la tormenta.
El frío nunca me ha molestado de todos modos.
Es gracioso como algo de distancia
hace parecer todo pequeño.
Y los temores que una vez me controlaron
no pueden volver más.
Es hora de ver lo que puedo hacer
para poner a prueba los límites y romper con todo.
Nada de bueno, de malo, de reglas para mi.
¡Soy libre!
Déjalo ir, déjalo ir.
Soy el que tiene al viento y al cielo.
déjalo ir, déjalo ir,
nunca me verás llorar.
Aquí estoy
y aquí estaré.
Deja que ruja la tormenta.
Mi poder se agita en el aire hasta el suelo.
Mi alma gira en espirales fractales congeladas.
Y un pensamiento se cristaliza como un gélido estallido.
No volveré atrás. El pasado está en el pasado.
Déjalo ir, déjalo ir.
Y me alzaré como el amanecer.
Déjalo ir, déjalo ir.
Esa chica perfecta se ha ido.
Aquí estoy,
a la luz del día.
Deja que ruja la tormenta.
¡El frío nunca me ha molestado de todos modos!
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