Los recientes incendios en una masacre de los penales en Honduras, México y Chile, una vez más llamó la atención sobre las pésimas condiciones en las cárceles de América Latina.
Muchas cárceles están superpobladas, obligando a los presos a dormir colgando de la cama, del techo o simplemente en el suelo. En ocasión podrás ver cómo los miembros de la pandilla Mara 18 hacinados en celdas de la prisión en Izalko Sonsonate, El Salvador, y cómo las reclusas están cumpliendo condenas en la cárcel de mujeres en Ilopango.
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