Viernes, 07 de junio 2013
Estimados usuarios de Google,
Puede que esten al tanto de los informes de prensa, según las cuales las empresas de Internet se han unido a un programa secreto del gobierno de los EE.UU, llamado PRISM, para dar la Agencia de Seguridad Nacional el acceso directo a nuestros servidores. Como CEO de Google y Director Jurídico, quería que tuvieras los hechos.
Primero, no nos hemos unido a ningún programa que le daría acceso al gobierno de EE.UU. a nuestros servidores. En efecto, el gobierno de EE.UU. no tiene acceso directo a una "puerta trasera" o la información almacenada en nuestros centros de datos. No habíamos oído hablar de un programa llamado PRISM hasta ayer.
Segundo, proporcionamos los datos de usuario a los gobiernos únicamente de conformidad con la ley. Nuestro equipo legal revisa cada solicitud, y con frecuencia hace retroceder cuando las solicitudes son demasiado amplias o que no siguen el proceso correcto. Los informes de prensa que sugieren que Google tien el acceso abierto a los datos de nuestros usuarios son falsas, y punto. Hasta que lei los informes de esta semana, nunca había oído hablar del amplio tipo de orden que Verizon recibió-una orden que les parece haber requerido a entregar millones de registros de llamadas de los usuarios. Nos quedamos muy sorprendidos al saber que existen esas órdenes generales. Cualquier sugerencia de que Google está revelando información acerca de la actividad en Internet de nuestros usuarios en tal escala es completamente falso. Finalmente, este episodio confirma lo que hemos creído siempre tiene que haber un enfoque más transparente. Google ha trabajado duro, dentro de los límites de la legislación vigente, para ser abierto acerca de las solicitudes de información que recibimos. Publicamos esta información en nuestro Informe de transparencia siempre que sea posible. Fuimos la primera empresa en hacerlo.Y, por supuesto, entendemos que el gobierno de Estados Unidos y otros deben tomar medidas para proteger la seguridad, incluyendo a veces mediante el uso de la vigilancia de sus ciudadanos. Pero el nivel de secretismo en torno a los procedimientos legales vigentes socava las libertades que todos apreciamos.
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