Los más misteriosos habitantes de los mares y océanos, caballitos de mar y dragones. Pequeño tamaño, formas sorprendentes, colores brillantes, los científicos todavía están discutiendo por qué la evolución ha dado lugar a la aparición de este tipo de extrañas criaturas.
Los caballitos de mar o hipocampos (género Hippocampus) constituyen un grupo de peces marinos pertenecientes a la familia Syngnathidae, que también incluye a los peces pipa. Su nombre se debe al peculiar parecido que presenta su cabeza con la de los caballos. De hecho, la característica de tener la cabeza en ángulo recto con el resto del cuerpo no se da en ningún otro género de peces.
El cuerpo de los caballitos de mar está cubierto por una armadura de placas o anillos de constitución ósea. Su forma de nadar es muy diferente a la de los demás peces. Adoptan una posición erecta, impulsándose con su aleta dorsal. No tienen aleta anal. En su lugar tienen una cola prensil que se enrolla en espiral y les permite aferrarse a tallos y plantas subacuáticas. En esta especie animal es el macho quien se ocupa del desarrollo de los huevos. La hembra usa su ovopositor para insertar los huevos maduros dentro de la bolsa incubadora del macho, en donde son fertilizados. Esta bolsa denominada marsupium, que permite diferenciar externamente los sexos, se transforma facilitando nutrientes a los embriones, los que en unas tres semanas estarán preparados para afrontar por sí mismos la aventura de su vida.
Actualmente sus especies están incluidas en las listas de en peligro de extinción y su comercio se halla regulado por Cites.3 Conviene recordar que se capturan toneladas de caballitos de mar para obtener polvos, de cualidades discutibles, para la farmacopea asiática.
El dragón de mar foliáceo (Phycodurus eques) es un pez marino pertenediente a la familia Syngnathidae, la que incluye al caballito de mar. Es el único miembro del género Phycodurus. Es originario de las costas sur y oeste de Australia. Recibe su nombre debido a su aspecto foliáceo, pues posee largas prolongaciones en forma de hoja distribuidas a lo largo de su cuerpo. Estas prolongaciones no son utilizadas para la propulsión; su función es la del camuflaje. El dragón de mar foliáceo se propulsa mediante una aleta pectoral ubicada en el filo del cuello y una aleta dorsal cercana al extremo de la cola. Estas pequeñas aletas son prácticamente transparentes y difíciles de ver puesto que ondulan lo justo como para mover al animal suavemente, completando de este modo la impresión del animal como un alga flotante.
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